WILDMIND MEDITACIÓN BUDISTA
Desarrollo de Amor y Bondad (La Metta Bhavana)

 


Descubre los beneficios de la meditación con nuestro CD. La apacible voz de Bodhipaksa te llevará a la calma y la relajación. (En inglés).


¿Te gusta nuestro sitio? ¿Quieres saber más? Compra el libro "Wildmind: A Step-by-Step Guide to meditation". (En inglés)

¿está bien eso de amarme a mí mismo?

La idea de amarse a sí mismo no goza de un gran cartel en Occidente. Con frecuencia, lo relacionamos con egoísmo y con no pensar en los demás.

Más bien, tendemos a restarnos valor para que los demás no nos crean egoístas.

Sin embargo, en la tradición budista, que por cierto ha producido una gran cantidad de individuos notables por su generosidad y desinterés, se enfatiza el desarrollo de amor hacia uno mismo como requisito indispensable para poder amar a otros. Si pensamos en la tradición cristiana, el mandamiento dice “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, lo cual implica que no sólo debemos amar a los demás, sino también a nosotros mismos.

Los budistas creemos que si no te amas a ti mismo es difícil, si no es que imposible, que ames a otros. Si lo piensas, quizá descubras algo que ya has sospechado: las personas más egoístas que conoces, en realidad, en el fondo, no se gustan. Su egoísmo es un mecanismo de compensación. En cambio, mucha gente amable, cálida y generosa puede muy bien estar a gusto consigo misma sin parecer narcisista o egoísta.

Si hay cosas que no te gustan de ti, lo normal es que te desagraden esas mismas cosas en los demás. Los psicólogos hablan de “proyección”: cuando nos disgusta tanto un aspecto de nuestra personalidad que de plano nos negamos a admitir que existe (¡si crees que sólo los demás lo hacen, ya te estás proyectando!). Eso sí, notamos esa característica en otras personas y, así, “proyectamos” nuestro ignorado “lado oscuro” en ellas. La malicia que tenemos hacia los demás, muchas veces, es un desagrado hacia nosotros mismos. Es evidente que si uno quiere mejorar su relación con los demás tiene que mejorar la relación consigo mismo.

Por supuesto que si alguien empieza y termina su meditación haciendo Metta para sí mismo, entonces sí es egoísmo. Ésa no es la idea. El Primer estadio es para uno mismo pero en los siguientes estadios cultivamos amor incondicional hacia los demás.

Es importante que sí hagas el Primer estadio (no te lo saltes. Si te cuesta trabajo significa que lo necesitas). El cosmos no te recompensará con “puntos de premio” por ceder tu lugar. Asimismo, es necesario que hagas los demás estadios.