La Meditación de la Atención Consciente en la Respiración
Cuando hacemos el seguimiento de la respiración, utilizamos ésta como un objeto de atención. Seguimos las sensaciones fÃsicas de la respiración conforme el aire aire entra y sale del cuerpo.
Esta práctica de meditación no es un ejercicio de respiración. Permitimos que la respiración fluya de manera natural y sencillamente estamos conscientes de ella. No controlamos la respiración.
Una de las primeras cosas que descubrimos cuando tratamos de hacer esta meditación es que la mente se distrae mucho. Se cuelan en nuestra atención toda clase de pensamientos y sentimientos y, de pronto, vemos que ya se nos olvidó que estábamos siguiendo la respiración. Es bueno aprender esto. Si no sabemos que asà es, entonces no podemos hacer nada al respecto.
La mayor parte de lo que nos viene a la mente no es muy útil. Con frecuencia, resulta nocivo, incluso. Por ejemplo, sucede que nos preocupamos o nos enojamos o nos desalentamos.
El principio, muy sencillo, que hay en el fondo de esta práctica es regresar continuamente la atención a la respiración, una y otra vez. AsÃ, poco a poco, la mente se va aquietando y nos sentimos contentos.
Por lo regular, lo hacemos con los ojos cerrados, para reducir las distracciones.
Necesitarás saber cuál es la mejor manera de sentarse, para lo cual, puedes visitar nuestra guÃa de postura para la meditación o, si ya sabes cómo sentarte, puedes ir directo a la práctica.
Usa los vÃnculos que se encuentran a la izquierda para navegar en torno a la práctica. Si es la primera vez que haces la Atención a la Respiración, entonces comienza por el Primer Estadio.