¿De qué sirve contar?
El conteo tiene varias funciones muy útiles (casi tanto como la misma respiración. ¡De verdad!).
Es muy fácil que de pronto estemos sólo “en las nubes” en lugar de meditar verdaderamente. Cuando sólo estamos “en las nubes” nos distraemos sin darnos cuenta de ello. El conteo nos da un sentido más objetivo de la cantidad de tiempo en que estamos distraÃdos y del tiempo en que sà estamos poniendo atención.
Contar nos permite “medir” cuánto tiempo mantenemos la atención. A veces, es difÃcil mantener el foco en la respiración por tan sólo tres respiraciones seguidas. Otras veces, podemos estar atentos durante varios ciclos de diez respiraciones. De ese modo, uno puede saber si tuvo un “buen dÃa” o un “mal dÃa”.
El conteo nos da un objetivo. Es bueno tener una meta. Si te distraes antes de llegar a diez, entonces puedes esforzarte por llegar a diez. Si lo consigues, entonces puedes intentar volver a hacerlo. Si no contamos, es difÃcil que tengamos una idea de lo que queremos lograr.
Los números nos ayudan a saber si estamos progresando. Si te esfuerzas en la práctica verás los resultados. ¿Cómo podrÃas ver resultados si no tuvieras manera de medirlos?
Los números alteran sutilmente tu percepción de la respiración. Cuando colocas un número después de la exhalación, sucede que es a esa parte a la que más le pones atención. Por eso, en el Primer Estadio estamos más atentos a la exhalación. Hablaremos más de ello después que hayas practicado el Segundo Estadio.